Edat Moderna en la Comunitat Valenciana

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Siglo XV

[[Archivo:VALENCIA ES Lonja inside.jpg|thumb|200px|La Lonja de Valencia, obra maestra del gótico civil realizada durante el Siglo de Oro valenciano]] El Reino de Valencia fue uno de los pilares de la corona aragonesa, financiando económicamente la expansión de la Corona de Aragón durante los siglos XV y XVI. Gracias al comercio marítimo con los nuevos territorios extra hispánicos de la Corona aragonesa (Cerdeña, Sicilia, Nápoles, etc.), y la creación de la Taula de Canvis (la primera bolsa de valores de la historia), durante el siglo XIV el Reino alcanzó un notable desarrollo económico, al que a menudo se califica como el Siglo de oro valenciano. Esta época coincide, además, con una explosión literaria notable en valenciano, siendo una de las primeras sociedades de España en entrar en el Renacimiento, con importantes escritores, humanistas, y filósofos. En 1469, Valencia era la ciudad más poblada de la Península, con una población de 40.000 a 70.000 habitantes; el reino contaba entonces con unos 250.000 habitantes. En 1501, el papa Alejandro VI, de ascendencia valenciana, otorgó la bula fundacional de la Universidad de Valencia.

Con la entronización del castellano Fernando de Trastámara como rey de Aragón en 1412, los lazos entre las coronas castellana y aragonesa fueron estrechándose paulatinamente, alcanzándose la unión de las dos coronas con el triunfo en 1479 de Isabel I de Castilla, casada con Fernando I de Aragón, en el [[Conflicto por la sucesión de Enrique IV de Castilla]. Sin embargo la unión de las coronas no significó una unión política, ya que los reinos de la corona de Aragón y el reino de Castilla siguieron con su identidad política y sus cortes. La unión de ambas coronas se deshizo tras la muerte de Isabel de Castilla para volverse a unir con Carlos I.

Siglos XVI y XVII

La llegada al poder de Carlos I de España en 1518 dio lugar a importantes conflictos sociales como las revueltas de las Germanías de los gremios y agricultores valencianos contra diversos virreyes y lugartenientes. thumb|right|320px|Embarque de moriscos en el Grao de ValenciaOtro problema importante fue la drástica reducción demográfica, hasta un tercio de la población, como consecuencia de las diferentes expulsiones de judíos (en 1492) y moriscos (en 1609) del Reino, lo cual hizo que su economía entrase en una grave crisis debido, principalmente, a la falta de mano de obra barata que había con la población morisca valenciana (denominados "tagarins"), y a la fuga de capitales y activos acumulados por los sefarditas. Precisamente, el gran número de moriscos que había en el Reino de Valencia (con gran diferencia, era donde más había de toda España, con cerca de 110.000), su nula integración en la sociedad y la ayuda que procuraban a los piratas berberiscos, que estuvieron asolando las costas valencianas hasta bien entrado el siglo XVII, fue una de las causas que originaron el decreto de la expulsión de los moriscos, que se cumplió con gran severidad en toda España. El norte de la provincia de Alicante se quedó, a raíz de esto, prácticamente completamente despoblado.

Los efectos de las Germanías, la reducción demográfica tras las expulsiones de las minorías, los continuos ataques turco-argelinos contra la costa, y, en gran medida, la desviación de la economía mundial hacia el Atlántico en detrimento del comercio mediterráneo (a raíz del descubrimiento de América), fueron desdibujando el peso de la región valenciana en el conjunto de España. Por otro lado, en consononcia con el aumento del autoritarismo del resto de las monarquías europeas, se produjo todo lo largo de los siglos XVI y XVII un progresivo reforzamiento del poder real; así, las aristocráticas Cortes forales valencianas fueron por última vez convocadas en 1645.

En el plano cultural, destaca el aumento del prestigio del castellano, produciéndose desde principios del siglo XVI un abandono casi total del valenciano como lengua de cultura. Así, uno de los escritores valencianos más reconocidos de la Edad Moderna, Guillén de Castro, fue un gran dramaturgo en lengua castellana.

Siglo XVIII

A partir de 1680 tuvo lugar una revitalización de la economía valenciana. Sin embargo, fue parada por la Guerra de Sucesión Española que enfrentó a Felipe V de Borbón, ascendido al trono en 1701, con el archiduque Carlos de Austria, pretendiente también al trono español y cuyos partidarios se alzaron a su favor en 1705. El Reino de Valencia se pronunció mayoritariamente (salvo excepciones como Alicante, Jijona o Bañeres) a favor del pretendiente austriaco, por lo que la región fue escenario de numerosas operaciones militares: finalmente, tras la batalla de Almansa librada en 1707, Felipe V hizo efectivo su reinado sobre la región valenciana, favoreciendo a las ciudades y grupos sociales que se habían mantenido fieles. Siguiendo el modelo absolutista francés de Luis XIV, Felipe V desmanteló las estructuras del Reino de Valencia mediante los Decretos de Nueva Planta, integrándolas en un mismo modelo con las del reino de Castilla como, posteriormente, se realizó con las de los demás reinos de la Corona de Aragón. Las reformas borbónicas dividieron también el antiguo Reino de Valencia en trece gobernaciones o corregimientos: Morella, Peñíscola, Castellón, Valencia, Alcira, Cofrentes, Játiva, Montesa, Denia, Alcoy, Jijona, Alicante y Orihuela.

Durante el siglo XVIII la región mantuvo un crecimiento económico modesto pero constante, principalmente agrícola, extendiéndose la superficie de regadío (mediante la canalización de las aguas fluviales y la desecación de zonas pantanosas), roturándose zonas improductivas y abancalando las laderas de las montañas.