| | ''Actualmente, los hijos de la Gran Cataluña intentan hacer creer que Sijena ya no era nada en el siglo XVII: 'ya no era ni archivo real, ni corte' (Wikipedia). Con odio y desprecio pretenden dar una imagen de que era un recinto desolado, con interiores vacíos, decorados con telarañas y habitados por ratas. Pues no, los tesoros artísticos, legajos, pergaminos, esculturas y frescos, además de los enterramientos regios, mantenían su categoría de venerable Archivo y Panteón Real de la Corona. Basta observar las acuarelas que Vicente Carderera pintó hacia el 1880 para comprobar la magnificencia y boato de la Sala Capitular con sus murales del 1200, auténtico salón de recepción de la realeza de la Corona de Aragón.''|'Los hijos de la Gran Cataluña en el Archivo de la Corona de Aragón y el Panteón Real de Sijena' (2013), per Ricart Garcia Moya}} | | ''Actualmente, los hijos de la Gran Cataluña intentan hacer creer que Sijena ya no era nada en el siglo XVII: 'ya no era ni archivo real, ni corte' (Wikipedia). Con odio y desprecio pretenden dar una imagen de que era un recinto desolado, con interiores vacíos, decorados con telarañas y habitados por ratas. Pues no, los tesoros artísticos, legajos, pergaminos, esculturas y frescos, además de los enterramientos regios, mantenían su categoría de venerable Archivo y Panteón Real de la Corona. Basta observar las acuarelas que Vicente Carderera pintó hacia el 1880 para comprobar la magnificencia y boato de la Sala Capitular con sus murales del 1200, auténtico salón de recepción de la realeza de la Corona de Aragón.''|'Los hijos de la Gran Cataluña en el Archivo de la Corona de Aragón y el Panteón Real de Sijena' (2013), per Ricart Garcia Moya}} |
| | + | ''Por lo visto, tras el incendio, el destrozado monasterio conservaba parte de los valiosos murales sículo-normandos de la Sala Capitular, noticia que algún miliciano comunicó a la capital del Imperio Catalán de chicha y nabo.'' |
| | + | ''Volviendo a Sijena, ¿qué misión encargó la Generalitat de Lluis Companys a Josep Gudiol? Arramblar todo lo que pudiera del destrozado Archivo y Panteón Real. El selecto mangante observó que podía afanar y, además de cuadros y esculturas, mandó arrancar los murales del techo que se habían salvado del incendio de la Sala Capitular. El conjunto era Monumento Nacional desde 1923, pero consideraron que eran bienes culturales del Imperio Catalán, por lo que tenían que estar guardaditos en Barcelona, lo mismo que la documentación valenciana del falso Archivo de la Corona de Aragón. De allí nadie los sacaría jamás, ni sus auténticos dueños.''|'Los hijos de la Gran Cataluña en el Archivo de la Corona de Aragón y el Panteón Real de Sijena' (2013), per Ricart Garcia Moya}} |